

Para mi, una buena alimentación es un pilar en mi vida, así que os propongo una receta saludable para un desayuno o merienda: una mermelada súper fácil y rápida de hacer, ideal en tostadas, crepes o tortitas…. o incluso para añadirlo al yogur. Además, podemos hacerla con otros frutos como arándanos, moras, frambuesas…. También podéis utilizarla como relleno de bizcochos.
Ésta receta es lo que yo llamo un “fondo de despensa”, ya que te permite consumirlo en desayunos, meriendas o preparar innumerables postres.
La combinación de los dos ingredientes principales, la chía y los fresones, hacen de esta mermelada un alimento súper saludable y nutricionalmente muy interesante. Más abajo os dejo las propiedades de cada uno de ellos.
El mucílago que suelta la chía al estar en contacto con un líquido o, en este caso la humedad de los fresones, le dan la textura ideal de mermelada.
INGREDIENTES
500gr. Fresones
30gr. ágave crudo
20gr. Chía
Extracto de vainilla (opcional)
ELABORACIÓN
Cocer los fresones y el ágave durante cinco minutos a fuego suave.
Chafar con un tenedor. Debe quedar una textura con trozos. Hazlo sin apagar el fuego
Añadir la chía y mezclar sin deja r de remover durante unos 10 minutos, hasta que tenga la consistencia adecuada.
Apagar el fuego, apartar y añadir unas gotas de extracto de vainilla, si se quiere. Dejar enfriar.
Si queremos una consistencia más de “mermelada”, podemos triturar en una batidora. Si lo dejamos tal cual, quedará más consistencia de confitura. Ahí lo dejo al gusto de cada uno.
APUNTES NUTRICIONALES
LA CHÍA
La chía está considerada un superalimento por sus propiedades nutricionales y terapéuticas. Es una de las pocas fuentes vegetales de omega3. También es valorada por su contenido en aminoácidos esenciales, ya que al contenerlos todos se convierte en fuente de proteína completa. También contiene minerales como calcio, fósforo y manganeso, fibra y vitamina E (antioxidante).
Entre sus efectos en el organismo encontramos su capacidad antiinflamatoria. Por su alto contenido en fibra es eficaz para combatir el estreñimiento y el sobrepeso, y también tiene efecto prebiótico ya que su fibra es altamente fermentable.
En cuanto a la conservación, guardarla en un bote de cristal hermético en la nevera, os aguantará varios días.
Para asimilar bien todas sus propiedades, es muy importante manipularla bien. Si queremos aprovechar sus aminoácidos esenciales, minerales y ácidos grasos es importante molerlas. Si queremos aprovechar su fibra hay que ponerla en remojo para que suelte el mucílago (no hace falta molerla).
La chía es una semilla muy versátil en cocina, en parte por su sabor neutro, y por otro lado por su capacidad de espesar o gelificar. Es un substituto del huevo en cocina vegana, de hecho se le llama “huevo de chía”, y se utiliza mucho en repostería vegana. Muy pronto colgaré una receta para que veáis como utilizarlo.
LOS FRESONES
Los fresones, o fresas, y en general los frutos rojos, tienen un gran poder antioxidante que combaten los radicales libres, responsables del envejecimiento, tonifican el sistema digestivo, mejoran la piel y las articulaciones y ayudan a reducir el colesterol malo.
Es importante que sean de cultivo ecológico, ya que son una de las frutas que contienen más tóxicos y, a parte, al no pelarlas, lo ingerimos todo de ella.
Os invito a que me mandéis fotos con vuestras recetas a mi instragram con el hastag #cristinanoguera y #bcnfoodstories. Me encanta compartir con vostr@s mis recetas, y recibir todas las ideas y aportaciones que podáis enviarme.